Revelaciones

Author: gh_rocks / Etiquetas: ,

¿Entonces era usted? Preguntaba Amanda fuertemente a la persona que bajaba de un carro dándole las llaves al valette parking. Él era un hombre de aproximadamente unos 60 años de edad, aún así se veía lleno de vida. Amanda no dejaba de mirar directo a sus ojos, hacia arriba y es que cuando mides 1.60, no es tan fácil ver directamente a los ojos de alguien que mide alrededor de los 2 metros.

¿Quién más podría ser? ¿Acaso esperabas al conejo de pascua en Septiembre? Llegas muy temprano no suele ser tu costumbre. Amanda, con voz temerosa y desviando su mirada hacia el cielo contestó, no, tiene razón no es mi costumbre...

...pero tampoco lo es encontrarme con el padre de mi fallecido esposo sin previo aviso. ¿Qué es lo que quiere de mí? ¿Porqué no me llamó por teléfono simplemente? ¿Qué significan las piedras dibujadas en el pedazo de papel que recibí de Elías?¿Qué demonios está p...

Él había tapado mi boca, y solo preguntó, ¿En verdad quieres respuestas? - No pude más que afirmar moviendo la cabeza- Entonces solo calla por favor y ven conmigo, dijó. Me llevó hacía el elevador. No quería ir, pero no sabía que estaba pasando. ¿Acaso me iba a demandar? ¿En realidad cruzaba por su mente la idea de que la muerte de su hijo había sido mi culpa? ¿Y si lo era? No, no debo pensar de esa forma, debo mantener la compostura, debo ser fuerte, cualquier cosa que me incrimine la negaré, no, lo interné en el psiquiátrico por recomendaciones del doctor, si, así será, si me pregunta algo solo diré que fue idea del doctor, de nadie más. Además él podía ir por su hijo, él podía haberlo sacado si, solo continuare mirando al techo mientras seguimos avanzando. ¡Demonios! ¡Maldito elevador! Parece como si hubiéramos avanzado 50 pisos, cada segundo, cada sonido, como es que va subiendo, el timbre cuando llega a un piso. Es demasiado, quizá debería bajar en el siguiente, si, parece que en el siguiente piso alguien llamó al ascensor, bajaré corriendo por las escaleras, o ...

...en el peor de los casos, volaré por la ventana, si, nadie podrá culpar a una persona muerta, pensarán que la depresión por la falta de mi esposo ha sido tal que he decidido tirarme para encontrarme con él en el otro mundo jajajajaja si, será así. ¿Habrá notado que estoy sudando? No importa, no sabe que en cuanto lleguemos al siguiente piso correré hacia la ventana jajajajaja. ¡Demonios! ¡Es solo un piso! ¡¿Porqué va tan lento este maldito elevador?! Ya casi, ya casi, jajajajaja.

-Amanda, es bueno ver que puedes sonreír después de todo por lo que has pasado, creo que no todo está perdido ¿Sabes porqué la cita era en este elevador?

De pronto todos los pensamientos dejan de fluir, no pasa un segundo y las ideas en mi mente cambian completamente, ¿Porque demonios me citó en un elevador de un edificio del cual él es dueño, en un horario muy alejado de horarios de oficina? ¿Porqué había un valette parking si incluso el restaurante de la planta baja estaba cerrado? ¿Acaso tomará venganza por la muerte de su hijo? ¡Maldición! Estoy sudando como un cerdo a punto de ser guisado, sudando como el estúpido de Nathaniel cuando lo encontraba tirado pidiendo ayuda, preguntando por Davidson. Es ahora o nunca, si quiero saberlo, lo tengo que saber ya, no esperaré ni un segundo más, que lo haga ya y que termine con todo esto que estoy sintiendo, ok, es hora, lo miraré fijamente a los ojos.

Su mirada, es demasiado fuerte, tengo que ser fuerte yo también.

- D... d... d... di... dime Jorge, ¿Por qué en este elevador? ¿Acaso planeas matarme?

- Jajajajaja ¿Porqué querría matar yo a la madre de mi nieto? Dime, ¿Acaso tengo alguna razón para querer hacerlo? Sabes que si alguna vez he pensado en matar, ha sido solo a mis enemigos, y... ¿Sabes? Aún cuando ha habido alguna vez en la que ha dejado de ser un pensamiento, para eso tengo gente sin escrúpulos trabajando para mí, “Yo no necesito ensuciarme las manos Amanda” . La cita fue en este elevador porque sería menos estresante para mi acompañarte de camino a mi oficina que esperarte sentado sin saber si llegarías, habiendo recorrido desde la entrada desde el edificio hasta la silla de mi escritorio e incluso haber esperado tanto tiempo con esa incertidumbre. Aunque, ¿Sabes? El tiempo que llevamos aquí he pensado en algo.

- ¿En qué Jorge? ¿En que has estado pensando?

Demonios, tanto pensamiento para nada, ok, si no me matará él, me mataré yo, pensaba que sería demasiado irónico que mi suegro me matara, pero, tiene razón, si así lo hubiera querido, ya estaría a lado de Nathan, o quizá el otro lado del mundo, si, él tiene el poder para eso y más, así que, supongo que si solo me aviento, al menos tendrá algo que limpiar.

- En que debo darle mantenimiento a este elevador, a veces siento que toma demasiado tiempo en subir, digo, apenas estamos en el piso 12 y honestamente, siento que ha sido una eternidad desde que pasamos el piso 9. ¿No estás de acuerdo conmigo?

- Si Jorge, totalmente de acuerdo.

¿Acaso se está burlando de mí? ¿Hay alguna posibilidad de que haya notado la ansiedad en mi? ¿Me habré mostrado tan ansiosa por fuera como lo estoy por dentro? ¡Maldita sea! ¡Solo un piso y habré escapado de todo esto! ¡Si! Solo un piso.

¿Porqué se me queda viendo? Ok, respira profundamente, no le des razones para que piense algo que no debe pensar, no debe notar que saldré corriendo en cuanto abra el elevador.

- Si, tienes razón Amanda, solo un piso, y si, te escuché murmurar. Aunque me pregunto, ¿Cómo sabías que bajaríamos en el piso 13 si nunca presione ese botón? Digo, presione el 18 por error. Y, por cierto, llámame George por favor, sabes que es el nombre que he tenido desde hace 6 años por cuestiones de trabajo, además de que siento que me da más estilo George que Jorge.

- Ok George.

- ¡George! ¡Qué bien se ve! ¡Lo estábamos esperando! Justo como lo pidió señor, trajimos la comida señor, el vino y los postres, exactamente como no los pidió, helado para usted y duraznos en almíbar bañados con leche condensada para la señorita. ¿Gusta que tome su abrigo? ¿El de la señorita? Pero por favor, salgan del elevador, que el clima y la vista aqui adentro son muy acogedoras como para quedarse adentro del elevador, además supongo que a su amiga le gustaría ver lo acogedora de su oficina.

¡Maldito bastardo! Si, yo también alcancé a escuchar como el estúpido lame botas había murmurado, y además murmuró algo muy, muy denigrante, le murmuró, es la tercera esta semana, ¿Sabes George? Creo que me quedaré un poco más para llevarte conmigo al otro mundo, si, aprovechare ese momento en el que intentes hacer algo conmigo y nos aventare al vacío y nada ni nadie podrá detenerme porque supongo que pedirás nos dejen solos.

- Muchas gracias por todo Pedro, puedes retirarte.

¿Qué demonios le habrá dicho al oído? ¿Por qué demonios no se lo dijo en voz alta? Ok, es solo cuestión de esperar y haré lo único que no esperaría que hiciera, si, de seguro Elías le habrá contado sobre nosotros y ahora también querrá a su princesa desprotegida, sola, sin nadie a quien recurrir para aprovecharse de ella. Si, tal como dicen, de tal palo, tal astilla. Solo que esta vez no aceptaré. ¡No me merezco un segundo infierno! ¡No!.

- ¿En qué piensas Amanda? Adelante, siéntate, toda esta comida que Pedro nos ha dejado aquí tan amablemente debe ser llevada a la boca de los dos, como diría mi difunta esposa, hay niños en provincia deseando comer un poco de lo que comemos como para que nosotros no disfrutemos lo que tenemos en nuestra mesa. Bueno, realmente ella decía como para que nosotros no aprovechemos lo que Dios nos dio, pero, tú sabes que no creo en Dios, creo que tanto tú como mis hijos saben que mi trabajo me ha costado llegar hasta donde he llegado y no ha sido gracias a ningún Dios o ningún tipo de suerte. Además de que siempre he pensado que esa gente muere de hambre porque quiere. Digo, hay chinos trabajando día y noche por un plato de arroz. ¿No? Entonces, ¿Qué les da el derecho a esos holgazanes de hacernos sentir lastima por ellos? Así que, mejor disfrutemos de lo que he logrado traer a la mesa. ¡Am Amm Amanda! ¡¿Qué demonios estás haciendo?!

- ¿No es acaso lo que querías George? ¿No es el propósito de tanta presunción? ¿Acaso no escuche bien a Pedro decir que era la tercera chica en esta semana? ¿No me invitaste para ofre...

- ¡Calla Amanda! ¡No! No te invité para eso. Lo que no escuchaste es que le dije que no se expresara de tí nuevamente de esa forma porque eres la esposa de mi hijo Nathaniel. Ahora, hazme el favor de ponerte la blusa nuevamente y el favor de no volver a salir sin un sostén. ¿Tienes idea de lo que hubiera pensado mi hijo de eso? ¡Tú! ¡La madre de su hijo! ¡Paseando por allí buscando quien la proteja! ¿Asi fue como lo conociste? ¿Eso era lo que buscabas desde la primera palabra que cruzaron? ¿No eres más que una...

No tuve más remedio que plantarle una cachetada, no iba a permitir que hablara asi de mí, no cuando nunca quise ser protegida, al menos no por Nate, quería que Elías me protegiera, si alguien debió haber estado para mí, era Elías. Estoy cansada de ser la princesa a la que todos los fracasados quieren rescatar, no necesito ser rescatada, no soy una princesa estúpida sin cerebro la cual necesite ayuda hasta del perdedor más grande como lo era Nate.

- ¡Cierra la boca! ¡¿Qué demonios esperabas que pensara?! Tú y yo, solos, aquí, sin previo aviso de que serías tú con quien me reuniría, comida cara, vino, postres. Y además un mayordomo diciendo que soy la tercera en la semana. Por Dios George, dime, ¿Crees que soy la única que hubiera pensado eso? Y si no me invitaste para eso, dime, ¿Cuál es la razón para que esté aquí? ¿Qué es tan importante decirme que necesitabas mantener oculto que era contigo con quien me vería?

- ¿En verdad tienes tanta urgencia de saberlo Amanda? ¿No preferirías terminar la cena primero?

- No George, no prefiero terminar la cena, y es preferible que me digas ¿Porqué estoy aquí? A que intente deducirlo nuevamente, que por lo que viste hoy, ya dos veces, no soy buena deduciendo, solo cruzan ideas estúpidas por mis pensamientos.

- Ok Amanda, te diré, pero antes de eso debo decirte un par de cosas que probablemente nunca habías notado...

Nuevamente tenía esta sensación dentro de mí, cada segundo parecía eterno, apenas habían pasado tres y yo sentía que había pasado ya una hora, ¿Cómo sabía que solo habían pasado tres segundos? Simple, el sonido del segundero de aquel reloj enorme, de cuerda, aún de manecillas, al parecer con piezas de oro puro, probablemente europeo y quizá de los tiempos del virreinato en la Nueva España, si, ese maldito reloj, esos tres segundos, el movimiento de tres veces esa manecilla, me estaba matando, esperaba por la cuarta y no había nada, habían pasado quizá horas para mí, pero para ese estúpido reloj no había pasado un segundo, quizá se había quedado parado, quizá estaba a punto de ver mi vida pasar ante mis ojos, si, como cuando dicen que uno está muriendo, o a punto de morir, uno puede ver eso ¿No? Quizá es solo eso y no lo he notado, quizá es un infarto, espero que lo sea, o que ese reloj esté descompuesto, no quiero saber lo que dirá. ¿Dirá acaso que sabía del arreglo que tenía en aquel psiquiátrico? Si, un poco de sexo a la semana para desahogarme y al mismo tiempo para evitar que Nate saliera e incluso a veces unos cuantos golpes para que sintiera todo ese dolor que yo sentía por dentro cuando el me besaba y yo esperaba los besos de alguien más. Si, sé que pude haber aprendido a vivir con él como esposo, pero yo quería a Elías. Quizá Nathaniel lo sabía y por eso me preguntaba a todas horas si lo amaba, o incluso quizá por eso me lo recordaba a todas horas. ¡Por Dios! ¿Quién le dice te amo a su esposa porque le sirve comida completamente quemada? ¿Quién en sus cinco sentidos le dice te amo tantas veces al día a alguien más? Y si, incluso más patético aún, ¿Quién tiene tan baja autoestima como para casi rogar por un beso, aunque fuera solo por teléfono? Me decía, ándale mi amor, solo uno pequeño, hoy no me diste uno antes de salir de casa, anda, llevas semanas sin darme uno amor, regálame solo uno. ¿Si? ¡Maldito! ¿Acaso no se daba cuenta lo repugnante que era para mí eso? Tan solo hacer el sonido, imaginarlo junto a mi, escuchar sus estúpidos suspiros. ¡Todo eso me daba asco! Me dolía, en serio me dolía que no entendiera que era otro al que amaba. Y si, ese otro me había rechazado porque no tenía la seguridad de que el bebé que esperaba era de él. Nunca debí contarle que en esa misma semana, Nate, me había encontrado ebria, se había ofrecido a llevarme a mi casa y justo en la puerta del apartamento intentó besarme, de lo ebria que estaba pensé que había sido Elías, así que me dejé llevar y pasó lo que tenía que pasar. Obvio, al día siguiente no fue lo mismo, me sentía culpable y Elías tomó eso como excusa, llegó conmigo un par de días después y me dijo que no podría continuar conmigo sabiendo que en cualquier momento le podría ser infiel. Muy contrario a lo que alguna vez me comento Nate, él me dijo, si alguna vez me eres infiel me gustaría saberlo, saber en que falla nuestra relación y trabajar juntos en ella. ¡Maldito bastardo! Eso era lo que yo esperaba de Elías, y sin embargo solo lo obtuve de un perdedor como él. El plan era bastante simple, quedarme con Nate y demostrarle a Elías lo mucho que lo amaba. Lo que no pude notar hasta después de seis años, fue que Elías era felíz conmigo solo cuando teníamos sexo, de allí en fuera, como él alguna vez lo dijo, su esposa hacía que el mundo brillara para él y no iba a permitir que yo me interpusiera en su camino. Allí fue cuando el dolor era mayor, allí fue cuando decidí encerrar a Nate en el psiquiátrico. Allí fue cuando ...

... demonios, ¿Ese es el sonido del segundero?¿Cuanto tiempo me sumergí en mis pensamientos? Espero haya sido solo ese segundo, allí está de nuevo. Si, creo que fue solo un segundo.

- ¿Entonces George? ¿Cuáles son ese par de cosas que tienes que decirme?

- Ok Amanda, primero, dime, después de tanto tiempo ¿Ya sabes quién es el hijo de mi nieto?

- Perdón George pero tu y yo sabemos que Nate siemp...

- ¿Sabemos Amanda? ¿Estás segura de eso? Digo, el tiempo que pasaste con Elías, ¿Acaso no fue por los días en los que te embarazaste?

- George, ¿Cuál sería la diferencia? Soy madre de tu nieto, del primero de tus nietos, y además, tu otro hijo está muerto, así que dime, ¿Qué harías? ¿Se lo contarías a Nate? ¿Destruirías la familia de Elías?

- Ok Amanda, te diré lo que haremos, me quedaré con mi nieto un mes, le haré un par de pruebas de ADN y veré si es hijo de George o de Nate.

- ¿Acaso estás loco George? ¿No sabes que siendo los dos tus hijos, daría el mismo resultado? Daría el mismo ADN, no seas estúpido por favor George.

- Ah, cierto Amanda, nadie te lo había dicho, pero Elías es mi hijo adoptivo, Nate es uno de mis dos hijos biológicos. Al principio de nuestro matrimonio mi mujer y yo no lográbamos conseguir ningún hijo, intentamos un par de años y no pasó nada, entonces decidimos ir a una casa hogar y adoptamos a Elías, mi mujer se enamoró de él inmediatamente, y yo, siempre había querido un varón, el niño tenía escasos meses de nacido. Así que lo adoptamos y un año después, sin haberlo planeado, sin haber esperado por él, llegó Nate a nuestras vidas, éramos completamente felices. Dos varones en nuestra vida. Y te diré algo, si es hijo de Nate, después del tiempo acordado, me encargaré de que los dos tengan un futuro completamente de ensueño. Por el contrario, si es hijo de Elías, el niño se quedará conmigo, y tú...

... a ti te daré unos cientos de miles para que no abras la boca y te vayas a vivir lejos de nosotros.

- No entiendo George, dime, ¿Cuál es la diferencia? En ninguno de los dos resultados me veo perdiendo, dime, en donde está la trampa.

- ¡Amanda! ¡Ay Amanda! Creo que no me escuchaste bien, lo pondré más claro para tí. Si es hijo de Elías, mi nieto pensará que su mamá falleció unos días después de la muerte de su padre, tú no existirás más para él, y si te intentas acercar nuevamente, me aseguraré de que lo que le cuente no sea mentira.

¿Acaso es esto un sueño? ¿En serio de cualquier forma yo ganó? ¿Ganaría una vida llena de felicidad, de lo que quisiera solo si es hijo de Nate? ¿Sería libre de cualquier responsabilidad si es hijo de Elías? ¡Si! Es todo lo que siempre he soñado, si, todo... todo...

... excepto Elías. Sabía que había una trampa detrás de todo esto, por el contrario, si no le dejo que haga el examen a mi hijo, él tendría todo resuelto, yo podría seguir pasando algunos fines de semana con Elías. Si, eso sería lo mejor para todos, no dejaré que toque a mi hijo, así yo podré seguir pasando tiempo con Elías.

- Dime George, ¿Qué te hace pensar que te dejaré hacerle esos exámenes a mi hijo?

- Dime Amanda, ¿Qué te hace pensar que tu hijo sigue con tu hermana?

- ¡No! ¡¡¡Aléjate de él George!!! ¡¡No te atrevas a ponerle un dedo encima!!

- Perdóname Amanda, pero es muy tarde. Pero bueno, aún no te he dicho el porque te he citado aquí.

- ¡Maldito infeliz! ¿Eso quiere decir que aún hay más? ¡¿Qué más haz hecho hijo de perra?!

- Amanda, por favor, no uses ese lenguaje, que tu hijo puede aparecer en cualquier momento, viene en camino porque su mamá le dirá que estará fuera un tiempo porque irá al médico debido al tratamiento de una enfermedad.

- ¡No te atrevas ni siquiera a pensar que le diré eso a mi hijo! ¿Entonces era todo lo que me querías decir? ¿Eso era todo? ¿En serio piensas que voy a dejar que te quedes con mi hijo y que además te ayudaré mint...

- Shhh...

... no digas nada más Amanda, aún no te he dicho lo más importante, perdón, aún no te he pedido lo más importante.

Lo sabía, George está pensando en matarme, allí, entre los libros, está buscando el libro hueco con la pistola entre sus páginas, si, no hay otra razón por la cual buscará entre sus libros. Lo he visto en la tele, los millonarios guardan siempre una pistola en un libro, normalmente la biblia, aunque llega a variar, pero casi siempre es allí, así cuando piden clemencia y le piden permiso a la persona que los piensa asesinar de leer la palabra del Señor para demostrarle cuan arrepentidos están, ellos les dan permiso y sacan una pistola de allí, le disparan a su agresor y salen ilesos. Si, George piensa en matarme, definitivamente es lo que está en su cabeza, eso y nada más. Puedo sentir como mi corazón se acelera, no debí haber rechazado su propuesta, debí haberle dicho, adelante, toma a tu nieto, veamos quien es el padre. Quizá asi mi alma hubiera descansado un poco.

- ¿Qué es este libro George?

- ¿Es qué nunca aprendiste a leer Amanda? Es un maldito diccionario, necesito que busques una palabra por mi, ¿Podrías hacerlo?

- No entiendo George, ¿Cómo puede ser posible que buscar una palabra haya sido el propósito de todo esto? ¿Acaso quieres que busque muerte? Porque sé perfectamente el significado de esa palabra.¿O es asesinato? Porque también conozco el significado de esa.

- No seas estúpida Amanda, la palabra que quiero que busques es: Catalepsia, con “s”. ¿Podrías por favor?

- Ok, George, la tengo, ¿Acaso el poderosísimo George quiere que le de el significado de esa palabra?

- ¿Ya lo has leído?

- Si, pero, dime, ¿Eso qué tiene que ver conmigo?

- Mucho, ¡Oh! Cierto, tú no sabías que Nathaniel sufría de catalepsia ¿Verdad? ¿Acaso sabes cuánto tiempo pasó desde que lo diagnosticaron muerto hasta que fue enterrado? No, ¿Verdad? ¡¡No pasó ni un día!!

- ¡Mientes! Pasaron varios días, yo estuve en todos ellos, dormía y despertaba, me preguntaba ¿Qué era lo que había pasado? ¿Por qué había muerto Nate?

- Quizá Amanda, quizá. Pero dime ¿Cuántas veces miraste tu calendario? ¿Cuántas veces miraste tu reloj?

- ¡No puede ser posible! No George, ¡¡¡Estás loco!!! ¡¡¡Loco igual que tu hijo!!!

- No responderé a eso Amanda, puedo suponer todo lo que sientes después de esta noticia, y honestamente, no me gustaría pasar por eso. Te sugiero que después de despedirte de tu hijo, vayas a visitar al mío, si, a Nate y le pidas una disculpa por no haberlo atendido como debiste haberlo hecho en vida y después, te retires por un tiempo a algún lugar lejano a meditar en lo que has hecho.

- ¡Hola mamá!

Me abraza y no se si sonreír o llorar, él no tiene la culpa de nada, los errores fueron míos, ni siquiera de Nathaniel, mucho menos de Elías. Todas las decisiones han sido mías, solo lo abrazaré, sonreiré un poco y no diré más. Haré justo lo que George me ha pedido, le diré que tengo que ir al médico por un tiempo debido a un tratamiento que recibiré e iré a disculparme con Nate. De allí no me quedará nada más que partir, pensar y esperar por los resultados de los análisis.

- Hola bebé.

- ¿Por qué lloras mami?

- Por nada hijo, bueno, porque tengo que pedirte que seas fuerte.

- Mamá

- No llores bebé, se que estos últimos días han sido difíciles para ti, tanto como lo han sido para mí. Pero tengo que pedirte algo...

...saldré unas semanas.

- Mami, quiero ir contigo, no me quiero quedar solito. Primero mi papi y ahora no quiero que tú también me dejes.

- No te preocupes bebé, te quedarás con tu abuelito y él cuidará de tí, yo tengo que salir porque necesito ver a unos doctores, precisamente lo último que quiero es dejarte solo bebé, por eso iré a ver a los doctores, y después de eso te prometo que regresaré para estar contigo mi amor, no te dejaré solo. Pero mientras tanto, ¿Me prometes ser fuerte?

- Si mami, ¡Seré tan fuerte como Superman!

- Gracias bebé.

- Abuelito, ¡Me anda de la pis!

- El baño está al fondo, supongo que como ya eres niño grande no hay que llevarte, ¿Cierto?

- Si abuelito ¡Ya soy un niño muuuuy grande!

- Ok hijo, ve al baño, si no sabes como jalarle me preguntas.

- Que bueno que has reflexionado Amanda.

- Si, que bueno ¿Verdad? Más te vale que nada de lo que me hayas dicho sea mentira, o si no...

- No te preocupes Amanda, no lo es. En el momento que gustes te puedes retirar.

- Ok, creo que es mejor si el niño no me ve, además no tendría la suficiente fuerza para dejarlo.

- Ok, Davidson te abrirá la puerta de abajo Amanda

- ¡Espera! ¡¿Davidson?!

- Asi es, te mencioné que tenía dos hijos biológicos ¿No?

- Si, pero ¿Eso qué tiene que ver con Davidson?

- Bueno, a él le gusta que le digan asi, dime ¿Quién soy yo para desobedecer el deseo de mi hijo?

- Pero, Davidson era el nombre que el loco de tu hijo no dejaba de repetir cuando le daban sus ataques y ese nombre ¡Me tenía desesperada!

- Cierto, casi siempre que despertabas y habían terminado tus crisis, Nate estaba en shock y solo le rezaba a Dios para que te mejoraras. Cuando lo despertabas gritaba el nombre de Davidson, de su hermano, en agradecimiento a la ayuda que le había brindado. Que irónico, mi propio hijo rezándole a un Dios cuando yo toda la vida le demostré que lo que valía era el esfuerzo propio. Bueno, supongo que cuando eres débil debes pedirle a alguien que crees es lo suficientemente fuerte.

- P... p... pe... pero ...

- Pero ¿Qué? ¿Acaso en realidad creías que estaba loco? Si eso pensabas, estás peor de lo que pensábamos. Dime, ¿En serio no recuerdas que Nate entró al psiquiátrico solo porque te escucho gritar en una de esas crisis que estarías mejor sin él? ¿No recuerdas aquella ocasión en la que decías que habías perdido a tu hijo? Estabas completamente segura de eso e incluso querías ir a esquiar, y si no te hubiera detenido Davidson, probablemente lo hubieras hecho. O aquella vez en la que ...

- ¡¡¡Cállate ya!!! ¿Qué clase de monstruo eres? ¿Un hombre lobo? ¿Un vampiro? Ya no digas más por favor, no me confundas más, no quiero saber nada, ya no quiero saber nada...

- Perdón Amanda, no era mi intención, solo quería que vieras cuanto te amó Nate como para hacerse pasar por loco en un psiquiátrico en el que además lo maltrataban.

- Perdón George, no quise gritarte, solo, estoy muy confundida, creo que es mejor que...

... cierto, dime, ¿Qué significan las piedras dibujadas que recibí por carta?

- Lo siento Amanda, pero eso tendrá que esperar.

- Ok, George, creo que es mejor que me vaya antes de que salga mi bebé del baño, gracias por cuidarlo.

- No te preocupes Amanda, después de todo es mi nieto, por cierto, hice un depósito en tu cuenta bancaria por una buena suma, no te acabes todo el dinero pronto, pero si necesitas más, no dudes en llamarme.

- Gracias George, y no te preocupes, no lo haré.

Ok, entonces Davidson era real, y si, allí lo veo, esperándome, abriendo la puerta y cerrándola, viéndome con una mirada de odio incontrolable. No lo culpo, después de todo traicioné a su único hermano, ¿Lo sabrá? ¿Se lo habrá contado George? No importa, lo único que tengo en mente es llegar al panteón a disculparme con Nate, después de todo prácticamente solo era cuestión de subir a mi auto, recorrer unos cuatro minutos y todo está listo.

Así es, por fin estoy aquí, ¿Quién lo hubiera pensado? Nate sufría de catalepsia, aquel estado en el que te quedas, puedes estar vivo y parecer muerto. Pobre Nate, fue enterrado vivo y sufrió como siempre quise que sufriera, y ahora, después de todo me arrepiento.

Exacto, tres metros más y, aquí estamos, la tumba vacía de Nate ¡¡¡¿¿Qué??!!! ¡¡¿¿Vacía??!! Se muy bien que escuché murmurar a George que los vampiros no existían, al menos ya no, cuando le pregunte la clase de monstruo que era. No, solo estoy alucinando, no me dejare llevar por lo que me dijo George, si, eso es, solo me estoy dejando llevar, como un sueño.

¡¡Momento!! ¡¡Esto lo estoy soñando!! Si, eso debe ser, solo un sueño, tal como lo dijo, una crisis. ¿Me habré quedado dormida tras el volante? Debería despertar, si, debería despertar ahora mismo. Me pellizco y no pasa nada, quizá si grite, si, quizá si grito despierte gritando, lo intentaré.

- ¡¡¡Esto no es real!!! ¡¡¡Maldita sea!!! ¡¡¡Esto no es real!!!

- Disculpe señora, se que es difícil perder a un ser querido, pero ¿Podría bajar la voz? Están enterrando a una persona a unos cuantos metros de aquí y los ha asustado.

- Si, disculpe, creo que aún no lo asimilo.

- Si, lo entiendo, se lo difícil que debe ser esto para usted, pero vinieron unas personas por el cuerpo, al parecer ese señor no murió, sus familiares vinieron a enterrarlo y no pasó ni una hora cuando alguien más vino por el cuerpo, y si, efectivamente, al abrir la tumba la persona dentro estaba casi asfixiada, se lo llevaron, pero dijeron que si alguien venía a esta tumba, le diera esta libreta. Asi que supongo que le corresponde a usted, la primera persona que pregunta o viene.

- Gracias, supongo.

- No hay de que señora.

Pero ¿Qué es esto? ¿Una libreta? ¿La tumba abierta de Nate? No, no es solo una libreta, es su diario. Se que no debería, pero, ok, lo abriré.

Martes 26 de Octubre de 1915

He abierto este diario por tres razones, primera, recomendación de mi padre, el cual me ha dicho que uno nunca sabe cuando es necesario volver a nuestras raíces, la segunda, hoy es la tercera vez que muero por varios minutos y hoy casi me entierran. La última razón, es por mi médico, el cual quiere que lleve registros de lo que me pasa, si es que hay cambios en mi respiración, palpitar de mi corazón, pensamientos, presión sanguínea, si siento necesidad de azúcar o algo más y ver si hay algo que pueda ayudarme a prevenir una o más muertes antes de que pasen. Algo que me dijo hoy, me ha marcado, lo citaré brevemente: “Nathaniel, no es normal que a tus 24 años ya hayas muerto tres veces”

Ok, entonces después de dejarme esta breve explicación, continuaré con lo que fue mi día. Hoy después de haber ido al médico...

3 comentarios:

Unknown dijo...

Sólo quiero decirte una cosa...
Te extendiste!
y segunda... se siente a ti el capítulo.

Miri Rios dijo...

me encanto en verdad! me quede como :O seriously, a mi no me importo que te hayas extendido :P valió la pena.
bravo bravo bravo

LOIS BLACK dijo...

Por momentos ya me daba flojera seguir leyendo pero llegue a esa parte donde digo...
Gracias (u know)
Y después me fue mas dinámico llegar al final de la lectura.

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